
Tiro al blanco
Alberto Ruiz

La pastelería no es una golosina o una chuchería. Los ingredientes y productos naturales ya ofrecen una paleta cromática suficientemente rica como para que no sea necesario abusar de colorantes artificiales.
A pesar de la velocidad desenfrenada con la que se suceden los acontecimientos y modas que salpican la actualidad pastelera, es bueno tomarse un respiro y considerar tanto el qué, es decir aquellos aspectos que son relevantes respecto al camino que puede o debe tomarse para fortalecer la pastelería artesana y su compromiso con la mejor calidad, cuanto el cómo, incidiendo en las medidas y maneras más afortunadas para encarar semejantes objetivos. Una vez más, nuestro equipo de contenidos en contacto con los principales protagonistas y acontecimientos del sector, nos proporciona una posición privilegiada para ejercer este papel.
La pastelería no es una golosina o una chuchería. Los ingredientes y productos naturales ya ofrecen una paleta cromática suficientemente rica como para que no sea necesario abusar de colorantes artificiales.
Formatos clásicos con look actual, hojaldres de película,... las masas presumen de una innovación que hasta hace poco parecía reservada a la pastelería de alto copete.
Desde la irrupción de las redes sociales hay cada vez más voces que alertan de la uniformización de la pastelería. En este contexto, los concursos serios, las ferias profesionales, las revistas técnicas y las escuelas siguen siendo los guardianes del oficio.
La EPGB clausura el año académico 2017/2018 con un gran regocijo por el alto nivel del alumnado y con las miras puestas en nuevos proyectos que harán crecer aún más la escuela.