207 buenas razones para creer en la pastelería artesana

Alberto Ruiz

Por 24 de febrero de 2020

toma general de la preselección de las Pastas de Té

Con 207 participantes, procedentes de todas y cada una de las comunidades autónomas, la IV edición del Concurso Dulcypas a la Mejor Pasta de Té Artesana de España, superó todos sus registros precedentes. Por tanto, la primera conclusión que podemos extraer es que este certamen se ha consolidado absolutamente dentro de la pastelería artesana española.

Pero hay más. Las tres primeras clasificadas procedían de tres comunidades distintas (Cataluña, Andalucía y Galicia). Y las 10 primeras se elaboraron en 7 regiones diferentes. Esto nos lleva a una segunda conclusión, y es que el nivel cualitativo de las pastas de té que hoy se elaboran ha crecido en todo el país, y el concurso es el mejor termómetro para constatarlo.

Y aún así, ¿por qué la pasta de té ganadora procede una vez más de Cataluña? Esta es la pregunta que nos realizan una y otra vez. La respuesta más obvia es que el jurado, evaluando las diferentes pastas sin conocer su procedencia ni a sus respectivos autores, determinó que la de L’Atelier de Barcelona era la mejor, aunque con solo 2,5 puntos respecto a la segunda clasificada, de los Baltazares de Sevilla, y que sorprendió con una combinación de piña asada y vinagre de manzanilla, presentada en un tubo de ensayo. También podemos apuntar que Cataluña, nuevamente, fue la comunidad con más pastas de té participantes, y por tanto tenía a priori más posibilidades. Y tampoco debemos olvidar que en Barcelona y alrededores se encuentran buena parte de las mejores pastelerías de España.

 

Jurados catando la pasta de té que terminaría en segunda posición

 

Pero dejando a un lado la procedencia geográfica de la pasta de té ganadora, cuya importancia para Dulcypas es insignificante, lo realmente relevante y meritorio es que Eric Ortuño, su autor, ha conseguido la victoria en este certamen por segunda vez, en sus dos únicas participaciones (dos de dos), y eso no puede ser una casualidad. La pasta bautizada como Reus, y compuesta por una sablé de avellana, caramelo salado y praliné, cautivó al jurado por su sabor, sus diferentes e impecables texturas y su original formato.

Todo nuestro agradecimiento a la Escuela Superior de Hostelería de Sevilla, magnífica anfitriona de esta cuarta edición. Felicidades al ganador, y también a las pastelerías cuyas pastas de té fueron las mejor clasificadas en sus respectivas comunidades autónomas. Dulcypas recogerá todos los detalles en un amplio reportaje en su próximo número, y como ya es costumbre, un recetario que ya estamos preparando incluirá todas las pastas de té participantes con sus recetas.

Y emplazamos a todos los participantes y a los que aún no lo son a la próxima edición del concurso, que en febrero de 2022 viajará hasta Oviedo, donde estamos seguros de que volveremos a registrar un crecimiento cuantitativo y sobre todo cualitativo.

De momento existen 207 buenas razones para seguir creyendo en las virtudes de la buena pastelería artesana en nuestro país.

 

 

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