Francia reina

Redacción

Por 29 de enero de 2013

Quentin Bailly, Mathieu Blandin y Joffrey Lafontaine lograron la medalla de oro para Francia en la pasada edición de la Copa del Mundo de Pastelería, celebrado el 27 y 28 de enero pasados en Lyon, en el Hall Paul Bocuse del Sirha. Los grandes favoritos sobre la mesa volvieron a demostrar por qué son los países más fuertes y competitivos en este campeonato, junto al equipo galo, las escuadras japonesa e italiana completaron el podio.

Francia rozó la excelencia con un impecable trabajo lleno de gusto y sensibilidad, redondo en las degustaciones, que no cayeron en sabores poco habituales, y espectacular y novedoso en el buffet. Los franceses prepararon un asombroso coche de fórmula 1 en el que la parte delantera y la carrocería eran de chocolate, mientras que la parte trasera correspondiente al motor estaba confeccionada íntegramente en caramelo. La fidelidad de algunos detalles y el alejamiento sin complejos de los cánones habituales en el azúcar artístico (flores, cisnes y demás) confirieron todavía más mérito al resultado final.

Japón por su parte, con el equipo formado por Tetsuro Akasaki, Daisuke Tomita y Koh Moriyama, también rompió una lanza hacia la integración del trabajo de buffet, espoleado igual que los galos por un nuevo reglamento que así lo contemplaba. Su trabajo sobre la música también brilló por su perfección y virtuosidad, aunque algunos le achacaron no haber innovado mucho respecto a la composición con la que consiguieron vencer en la eliminatoria japonesa. Otros aspectos que probablemente frenaron al equipo japonés en su lucha por el oro fueron algunos errores en el servicio de la tarta helada y la tarta de chocolate, demasiado frías según hemos podido conocer.

Con todo el trabajo de ambas selecciones estuvo muy por encima del resto, tanto en virtuosismo técnico como en otros aspectos nada desdeñables. Italia volvió a ser la “buena alumna” que, sin destacar en ninguna faceta en particular, ofreció un trabajo regular, digno de aplauso en cuanto a la fineza de las degustaciones y con el que logró una vez más colarse en el podio, en esta ocasión en tercer lugar. Quizá encontremos a faltar algo de atrevimiento e innovación también en el territorio de los sabores y productos utilizados por la mayoría de equipos, aunque esto no debería sorprender a nadie, porque en esta competición no acostumbran a haber sorpresas en este sentido.

Como en ediciones pasadas, también los nervios y la dificultad jugaron malas pasadas a algunos equipos, como en el caso de Bélgica y Malasia cuyas piezas sufrieron caídas en los momentos finales. Por primera vez tuvimos una edición sin participación española, aunque eso no restó un ápice de emoción al evento, que fue seguido por multitudes tanto en directo desde las gradas del Hall como a través de la retransmisión online que proporcionó la organización.