El exiguo mapa de la formación

grupoVilbo

Por 24 de junio de 2013

Sólo con ilusión, vocación y muchas ganas se puede sobrevivir a un oficio tan exigente como el de la pastelería. Esta es la gran enseñanza que los pasteleros mayores repiten una y otra vez. Y no les falta razón. Pues bien, si la ilusión y las ganas son un buen termómetro, durante la presentación que los alumnos de último curso de la EPGB ofrecieron el pasado 13 de junio hubo a raudales. En pocos concursos a nivel internacional puede apreciarse tanto nivel técnico y gustativo como el demostrado por estos ocho aventajados alumnos de la escuela barcelonesa. Ganó el mallorquín Maties Miralles, pero sería injusto no reconocer el excelente papel que desarrollaron los demás. Así lo atestigua el reportaje que incluimos en esta edición de Dulcypas, y el vídeo que podéis visionar en pastelería.com.

Si ellos representan el futuro del sector pastelero, podemos estar tranquilos. El problema no es cualitativo, porque calidad hay de sobra, pero sí cuantitativo. Desgraciadamente no son demasiados los jóvenes pasteleros en nuestro país con este nivel formativo. Quizá porque tampoco son demasiadas las escuelas que imparten una formación de calidad.

En este sentido, como hicimos con Paco Torreblanca hace un año, damos la bienvenida a Oriol Balaguer y a su escuela, un nuevo punto a destacar en el exiguo mapa de la formación pastelera en España.

 

Editorial de Dulcypas #416